El ajo es considerado por algunos la más
extraordinaria de todas las plantas medicinales. Ejerce una excelente
acción depuradora, microbicida, desinfectante, revulsiva (que provoca
inflamación superficial para sustituir otra más profunda), tonificante, vermífuga,
anticatarral, antirreumática, antigotosa; combate la congestión, alta
presión o hipertensión, las infecciones internas y externas, la diabetes, los
catarros y la tos. Ha producido mejoría
en algunos enfermos de cáncer.
Sus múltiples aplicaciones incluyen su uso
como antiséptico respiratorio, principalmente en casos de bronquitis y
sinusitis crónicas; también es un eficaz expectorante y antiasmático. El ajo regula la digestión lenta, y ayuda tanto
al intestino como al hígado y la vesícula biliar.
Es de mucha ayuda para controlar
infecciones intestinales como las disenterías de diferentes causas que producen
diarrea; es un potente antihelmíntico (destruye y expulsa las lombrices
intestinales); uno o dos dientes machacados y mezclados con leche o limón
destruyen las lombrices del intestino.
Como vermífugo, se maceran toda la noche de 10 a 15 dientes de ajo
machacados en jugo de limón, bien tapado; después se toma 1 cucharadita tres
veces al día. Para eliminar las
lombrices en los niños, se recomienda darles a beber 1 taza de leche caliente
en la que se ha hecho hervir durante 10 minutos un diente de ajo
machacado. El ajo purifica la sangre
eliminando muchos tóxicos, y especialmente el ácido úrico, por lo que es un
excelente antirreumático.
Algunos informes dicen que: ”El jugo de
ajos machacados, triturados o molidos está muy indicado en casos de trastornos
intestinales varios, como disentería, cólera, escorbuto, diarrea, hemorroides,
várices, enfermedades de los riñones y vejiga, estreñimiento, trastornos
estomacales, falta de apetito, tos, asma, ronquera, nerviosidad, sensación de
miedo, palpitaciones del corazón, dolores de cabeza y otros trastornos. Si se trata de tos ferina o convulsa, tos
rebelde, bronquitis, catarro o ronquera, lo mejor es dejar su jugo en leche
algunas horas y luego consumir con miel o con limón” /Dr. Silvio Rozzi
Sachetti, Las plantas, fuentes de salud, p.21.).
Estudios científicos serios apoyan el uso
de ajo para bajar la presión sanguínea y contrarrestar la formación de
colesterol. Su aplicación externa en las
partes afectadas ayuda a combatir los hongos (pie de atleta); sirve también
para ablandar las callosidades de los pies ahuyentar los insectos cuando se
pernocta al aire libre.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario