lunes, 9 de mayo de 2016

Alimentación de los cuatro mil

Analizando Las Escrituras…

(Mat. 15.32-38)
32 Y Jesús, llamando a sus discípulos, dijo: Tengo compasión de la gente, porque ya hace tres días que están conmigo, y no tienen qué comer; y enviarlos en ayunas no quiero, no sea que desmayen en el camino.
33 Entonces sus discípulos le dijeron: ¿De dónde tenemos nosotros tantos panes en el desierto, para saciar a una multitud tan grande?
34 Jesús les dijo: ¿Cuántos panes tenéis? Y ellos dijeron: Siete, y unos pocos pececillos.
35 Y mandó a la multitud que se recostase en tierra.
36 Y tomando los siete panes y los peces, dio gracias, los partió y dio a sus discípulos, y los discípulos a la multitud.
37 Y comieron todos, y se saciaron; y recogieron lo que sobró de los pedazos, siete canastas llenas.
38 Y eran los que habían comido, cuatro mil hombres, sin contar las mujeres y los niños.


En ésta parábola Jesús nos muestra cómo multiplica lo que nos da…traigamos todo lo que recibimos ante él y pidámosle su bendición y él lo multiplicará…es su palabra. Él nos afirma que no tendremos carencia alguna que no sea suplida… ¡está claro! No tenemos que ir lejos a buscar más…él nos revela en ésta parábola que lo que él nos da, esto es, nuestro sueldo, será multiplicado, será bendecido por él.
Escucho personas decir que tener una visa o residencia americana nos da prestigio y prerrogativas…yo no estoy de acuerdo.  Creo firmemente que el Dios de los norteamericanos es el mismo nuestro y que él vela por sus hijos y bendice a sus hijos en donde quiera que se encuentren.  No tenemos que ir por pan allá o a otro lado… Juan El Bautista, en el libro de Lucas 2:14, exhorta a que nos conformemos con nuestra paga.

Nuestro sueldo puede rendir, multiplicarse o puede escurrirse en nuestras manos como agua... siempre y cuando esté o no esté bendecido por nuestro Padre celestial.

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